Qué pasaría con la Tierra si los humanos desapareciéramos completamente del planeta


Mind Warehouse profundiza sobre el tema en su último vídeo, basado en el documental La Tierra Sin Humanos del History Channel. Da miedo imaginarlo, pero la Tierra sería capaz de volver a un estado anterior a nuestra existencia y borrar cualquier rastro de nuestro paso por el planeta. Sólo es cuestión de tiempo —y podemos estimar cuánto tiempo, teniendo en cuenta la durabilidad y resistencia de nuestras infraestructuras.


Después de unas horas
Horas después de que desaparecieran los seres humanos, las luces de las ciudades empezarían a apagarse. La mayoría de las centrales eléctricas funcionan con combustibles fósiles y no habría nadie para alimentarlas. Con la brutal caída del consumo, las centrales nucleares pasarían a funcionar en modo de emergencia. Los parques eólicos dejarían de generar electricidad cuando se acabase el lubricante de los molinos y las plantas solares se apagarían cuando los paneles se llenasen de polvo. Sólo las centrales hidroeléctricas seguirían operando con normalidad durante meses —incluso años— sin asistencia humana.
Después de unos días
A los pocos días, las redes de metro y muchas de nuestras infraestructuras bajo tierra acabarían inundadas porque no habría personas para bombear el agua subterránea. Nuestras mascotas y millones de animales de granja empezarían a morirse de sed y de hambre. Los animales que consiguiesen escapar de las casas o de las jaulas empezarían una nueva vida salvaje y de supervivencia. Los perros más pequeños y de raza no tardarían mucho en desaparecer, mientras que los perros grandes se organizarían en manadas para cazar otros animales.
Después de unos meses
Meses después de nuestra desaparición se acabaría el agua refrigerante de los reactores nucleares y empezarían a sucederse explosiones en centrales de todo el mundo —más potentes que las de Fukushima y Chernóbil. Muchos animales morirían de cáncer, pero la Tierra se recuperaría de la radiactividad más pronto que tarde. En las ciudades, un simple rayo podría comenzar un incendio devastador; si el fuego no acabase con los edificios de madera, se encargarían de ello las múltiples plagas.
Después de unos años
Los satélites y otros objetos artificiales que orbitan el planeta Tierra empezarían a precipitarse a la atmósfera, provocando una lluvia de estrellas que sólo podrían disfrutar los animales. 25 años después de la desaparición de los humanos, nuestras ciudades todavía se mantendrían en pie, pero estarían cubiertas de vegetación. Otras, como Las Vegas o Dubái, estarían enterradas en arena. Al reducirse la contaminación en el aire, la visibilidad en el horizonte sería mucho mayor en las antiguas metrópolis.

Después de unos siglos
Trescientos años más tarde, las construcciones metálicas, los puentes y los rascacielos acabarían derrumbándose por la corrosión. Las vigas de acero oxidadas aumentarían hasta tres veces su tamaño, resquebrajando el hormigón que las protegía. Caerían también los diques de las represas, inundando con lagos y lagunas muchos de los terrenos que le habíamos ganado a la naturaleza. En el mar, sin contaminación, ni pesca ni colisiones con los barcos, las ballenas habrían conseguido salir de la extinción y conquistar nuevos océanos.
Después de 10.000 años
Diez milenios más tarde, la mejor prueba de nuestra existencia serán las cosas que hemos construido con piedra: las pirámides de Egipto, la Gran Muralla China, el Monte Rushmore… Cincuenta millones de años después, sólo quedará nuestra basura: trazas de plástico y vidrio, un legado de la humanidad que acabaría desapareciendo también en los siguientes cincuenta millones de años.
El planeta se habría deshecho por fin de toda nuestra basura. Si surgiera por entonces una nueva especie inteligente en la Tierra, tal vez no llegarían a darse cuenta de que antes había unos homínidos llamados humanos.
(Fuente: gizmodo.com)

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