Los coches voladores del co-fundador de Google, Larry Page, han recibido millones de inversión, pero ¿están cerca de hacerse realidad?
Uno podría pensar que cuando eres el fundador de una de las empresas más innovadoras sobre la faz de la tierra, eso debería cubrir tus ansias futurólogas.
Sin embargo, resulta que Larry Page tiene una “pequeña” inversión que podría hacer realidad el sueño del coche volador. La empresa en cuestión se llama Zee.Aero, y cuando abrió sus puertas en Silicon Valley recibió mucha atención por haber conseguido una parcela justo al lado de la sede de Google, una empresa que controla celosamente todos sus alrededores.
El sueño de los coches voladores del co-fundador de Google
Los representantes de Zee.Aero negaron en todo momento su relación con Google, y una investigación ha revelado que no mintieron. En realidad no es Google la propietaria de Zee.Aero compañía, es Larry Page, por su cuenta y de manera secreta.
Una de sus demandas fue que su inversión en la compañía, de unos cien millones de dólares, no fuese hecha pública, y durante un tiempo mantuvo una posición con su propia oficina, bajo el seudónimo de GUS (guy upstairs, el tipo de arriba). Además, también se ha revelado su participación en otra empresa llamada Kitty Hawk (sí, el nombre es en serio).
¿Qué tienen Zee.Aero y Kitty Hawk que Page no podría haber creado dentro de Google? Pues según unas patentes que han salido a la luz, algo muy cercano a un coche volador, gracias a la contratación de ingenieros y diseñadores aeroespaciales en los últimos años, provenientes de empresas del sector como SpaceX, Boeing o la NASA.
El proyecto ya es algo más que tinta sobre papel: según aquellos que han podido ver dentro de Zee.Aero, la compañía ya tiene un prototipo funcional de coche volador para dos personas, aunque la verdad es que en estos momentos se parece más a un pequeño avión privado que a otra cosa.
Aunque no tenemos fotos, las imágenes de la patente revelan un vehículo volador con un fuselaje central muy estrecho y ligero, y dos hileras de propulsores. Este vehículo sería así capaz de levantar el vuelo y aterrizar de manera vertical, sin necesidad de una pista.
Es poco probable que ninguno de estos dos proyectos vea la luz pronto, y probablemente por eso Larry Page ha decidido invertir su propio dinero en vez de meter a Google en el asunto. Aún en el caso de que ya tengan un prototipo terminado como el de Zee.Aero, la cantidad de pruebas y obstáculos legales que tendrán que pasar antes es ilimitada. Pero lo mismo decíamos de los coches autónomos, y estos están tan cerca que casi podemos olerlos.
Fuente:Omicrono